• A que admires extático conmigo
    de estiva noche la beldad extraña,
    con presta planta sube
    al techo de la nave, dulce amigo:
    en la mitad del cielo, que no empaña
    la más delgada transparente nube,
    brilla la blanca luna,
    y en la mar que parece ancha laguna,
    por sosegada y lisa,
    mayor su rostro copia; fresca brisa
    roza apenas la faz, pura...