• Bien parece que, al crearte,
    no te dio la suma diestra
    tan celestial hermosura
    y gracia tan halagüeña,
    sino por negarte dichas
    y alegres horas serenas,
    de éstas así descontando
    lo que prodigó en aquéllas:
    pero, ¿cuándo, dime, cuándo
    no fue infeliz la belleza?
    ¿Cuándo no fueron las gracias
    blanco de la suerte adversa?
    Tu...