Hermosísima reina del sarao,
con quien apareciera menos bella
la esposa desleal de Menelao,
como al rayo del sol la última estrella;
¡Ay! que mañana voladora nao,
mientras imprima aún su leve huella
en la blanda almohada tu mejilla,
me apartará por siempre de esta orilla.
¡Dichosa danza que tu talle estrecho
enlazar con na brazo me...