Labios tienes cual púrpura rojos,
tez de rosa y de fresco azahar,
y rasgados dulcísimos ojos
del color de los cielos y el mar.
Oro es fino la riza madeja
que hollar puede el brevísimo pie,
y flor tierna tu talle semeja
que temblar al favonio se ve....
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Dulcísima virgen, eres |
¡Cuán vivamente anhelo |
I Contemplando callaba embelesado, |
¿Dónde, Elena, en qué parte |