• Ya de suena de la santa Ave María
    la solemne campana, que el ocaso
    llorar parece del lejano día:
    Como de encanto súbito por caso,
    Sucede hondo silencio de repente,
    al urbano bullicio; el presto paso
    detiene al son la pasajera gente,
    que con rápida mano la cabeza
    a los cielos descubre reverente;
    y la salutación gloriosa reza
    con que el...