Ya promediado el curso de mi vida,
y cuando en lontananza
se hunde el pálido sol de la esperanza,
hacia la edad perdida
pláceme sólo que la mente vuelva,
cual vuelve el ave en el otoño al nido
que dejó, ingrata, en la africana selva.

Ella vuelve...yo no...

Sólo ha quedado en la rama
un poco de paja mustia
y, en la arboleda, la angustia
de un pájaro fiel que llama.
Cielo arriba y senda abajo,
no halla tregua a su dolor,
y se para en cada gajo
preguntando por su amor.
Ya remonta con su queja,
ya...