Regresar fatigado del trabajo
         de la diaria faena
e ir a mirarse en lo hondo retratado
         de sus pupilas negras
cerca del rico piano —mientras vaga
         sobre las blancas teclas
su mano de marfil— soñar despierto
         felicidad eterna.
A la luz de la lámpara brillante
         ver las rubias cabezas
de los...
