Oh del Señor inmaculada esposa,
oh de pureza y de virtud modelo,
tú que la flor más bella y olorosa
un día fuiste del nativo suelo,
y hoy eres viva trasplantada rosa
en los floridos cármenes tel cielo;
flor que el Eterno con deleite mira
y cuyo aroma...
|
Con voladora pluma que no cesa, |