En hondo sueño reposa
la vasta mortal familia:
yo sólo gimo en vigilia
sempiterna y dolorosa.
Y escucho desde mi lecho
el ronco son con que el mar
no cesa de acompañar
los suspiros de mi pecho.
Somos, oh mar, parecidos:
tú de sonar nunca...

A que admires extático conmigo
de estiva noche la beldad extraña,
con presta planta sube
al techo de la nave, dulce amigo:
en la mitad del cielo, que no empaña
la más delgada transparente nube,
brilla la blanca luna,
y en la mar que parece ancha laguna,...