• Tu juventud de música, de fragancia y de trino,
    huele a magnolias húmedas, a mojada reseda...
    Es un olor carnal y espiritual, un fino
    olor que llevo en mí sin que olvidarlo pueda.

    De tu blancura me habla el lucero divino,
    el ruiseñor conoce tu voz y la remeda,
    y la divagación del viento vespertino
    trae el recuerdo de tus cabellos de seda.

    Del...

  • En el sereno parque vela el viejo cuadrante.
    Todo es quietud en torno. La libélula errante,
    la abeja de áureos élitros, la oruga y el gusano,
    como bajo el influjo de un señorío arcano
    extáticos se arroban ante su potestad.
    El cuenta el Tiempo eterno, sin límite ni edad,
    en un rincón perdido, solitario y fragante.
    ¡Y qué limpias las horas que recoge el...