• I
    Era un niño que soñaba
    un caballo de cartón.
    Abrió los ojos el niño
    y el caballito no vio.
    Con un caballito blanco
    el niño volvió a soñar;
    y por la crin lo cogía...
    ¡Ahora no te escaparás!
    Apenas lo hubo cogido,
    el niño se despertó.
    Tenía el puño cerrado.
    ¡El caballito voló!
    Quedóse el niño muy serio...