El zaguán y dos ventanas
abren tres franjas de luz
con las que pudiera hacerse
triste, deleznable cruz.
Este velorio en el pueblo
es el último bastión
de vida. A un paso del alba,
lejos, suena una canción.
Las calles muertas de miedo.
Dan las 2 y viene a ser
con su luces el velorio
faro en el amanecer
de antaño pueblo...