En la sublime Estambul,
ciudad del adusto moro,
la más rica en perlas y oro
que acaricia el mar azul,
reciben con el reflejo
de sol luminoso baño
ricas cúpulas de estaño,
que hay en el serrallo viejo.
Vive en cada rosa abierta
de odorífero rosal,
pura brisa matinal,
que de su sopor despierta
corre el pensil, y después...