• I

    Tú tienes, para mí, todo lo bello
    que cielo, tierra y corazón abarcan;
    la atracción estelar ¡de esas estrellas
    que atraen como tus lágrimas!;

    II

    La sinfonía sacra de los seres,
    los vientos, los bosques y las aguas,
    en el lenguaje mudo de tus ojos
    que, mirándome, hablan...