• I

    La montaña que tiembla, porque siento
    germen de cataclismo en sus entrañas;
    el huracán que gemebundo emigra
    quién sabe a qué región y qué distancia;
    el mar que ruge protestando airado
    de la ley del nivel que lo avasalla;
    los mundos del sistema -¡tristes mundos!-
    que al sol de Dios obedeciendo pasan
    como...