• I

    Naciones de la tierra, patrias del mar, hermanos
    del mundo y de la nada:
    habitantes perdidos y lejanos
    más que del corazón, de la mirada.

    Aquí tengo una voz enardecida,
    aquí tengo un vida combatida y airada,
    aquí tengo un rumor, aquí tengo una vida.

    Abierto estoy, mirad, como una herida.
    Hundido estoy, mirad, estoy hundido...

  • Sentado sobre los muertos
    que se han callado en dos meses,
    beso zapatos vacíos
    y empuño rabiosamente
    la mano del corazón
    y el alma que lo mantiene.

    Que mi voz suba a los montes
    y baje a la tierra y truene,
    eso pide mi garganta
    desde ahora y desde siempre.

    Acércate a mi clamor,
    pueblo de mi misma leche,
    árbol que con tus...

  • Soneto final

    Por desplumar arcángeles glaciales,
    la nevada lilial de esbeltos dientes
    es condenada al llanto de las fuentes
    y al desconsuelo de los manantiales.

    Por difundir su alma en los metales,
    por dar el fuego al hierro sus orientes,
    al dolor de los yunques inclementes
    lo arrastran los herreros torrenciales.

    Al doloroso trato...

  • Vientos del pueblo me llevan,
    vientos del pueblo me arrastran,
    me esparcen el corazón
    y me aventan la garganta.

    Los bueyes doblan la frente,
    impotentemente mansa,
    delante de los castigos:
    los leones la levantan
    y al mismo tiempo castigan
    con su clamorosa zarpa.

    No soy de un pueblo de bueyes,
    que soy de un pueblo que embargan...

  • ¿Quién te verá, ciudad de manzanilla,
    amorosa ciudad, la ciudad más esbelta,
    que encima de una torre llevas puesto: Sevilla?

    Dolor a rienda suelta:
    la ciudad de cristal se empaña, cruje.
    Un tormentoso toro da una vuelta
    al horizonte y al silencio, y muge.

    Detrás del toro, al borde de su ruina,
    la ciudad que viviera
    bajo una cabellera de...