• En estos hiperbólicos minutos
    en que la vida sube por mi pecho
    como una marea de tributos
    onerosos, la plétora de vida
    se resuelve en renuncia capital
    y en miedo se liquida.

    Mi sufrimiento es como un gravamen
    de rencor, y mi dicha como cera
    que se derrite siempre en jubileos,
    y hasta mi mismo amor es como un tósigo
    que en la raíz del...