• A mi madre y a mis hermanas
    Cuando me sobrevenga
    el cansancio del fin,
    me iré, como la grulla
    del refrán, a mi pueblo,
    a arrodillarme entre
    las rosas de la Plaza,
    los aros de los niños
    y los flecos de seda de los tápalos.

    A arrodillarme en medio
    de una banqueta herbosa,
    cuando sacramentando
    al reloj de la torre,
    de...