• Tus otoños me arrullan
    en coro de quimeras obstinadas;
    vas en mí cual la venda va en la herida;
    en bienestar de placidez me embriagas;
    la luna lugareña va en tus ojos
    ¡oh blanda que eres entre todas blanda!
    y no sé todavía
    qué esperarán de ti mis esperanzas.

    Si vas dentro de mí, como una inerme
    doncella por la zona devastada
    en que...