• Mi corazón leal, se amerita en la sombra.
    Yo lo sacara al día, como lengua de fuego
    que se saca de un ínfimo purgatorio a la luz;
    y al oírlo batir su cárcel, yo me anego
    y me hundo en ternura remordida de un padre
    que siente, entre sus brazos, latir un hijo ciego.

    Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
    Placer, amor, dolor... todo le es ultraje...