•  La palabra y la idea... Hay un abismo
    Entre ambas cosas, orador sublime:
    Si es que supiste amar, di: cuando amaste,
    ¿No es verdad, no es verdad que enmudeciste?
     ¿Cuando has aborrecido, no has guardado
    Silencioso la hiél de tus rencores
    En lo...

  • Era una noche en que el viento
    con sordo acento mugía,
    y en que no más se sentía
    del trueno el ronco fragor.

    Y en sombras la tierra envuelta
    como en un fúnebre manto,
    miedo causaba y espanto
    al pecho de más valor.

    Nadie en tan hórrida noche
    cruzar tal vez se atreviera,
    ni del valle la pradera,
    ni la calle en la...

  • LAS CAMPANAS

     Yo las amo, yo las oigo,
    Cual oigo el rumor del viento,
    El murmurar de la fuente
    O el balido del cordero.

     Como los pájaros, ellas,
    Tan pronto asoma en los cielos
    El primer rayo del alba,
    Le saludan con sus ecos....

  • LAS CANCIONES QUE OYÓ LA NIÑA

    UNA

     Tras de los limpios cristales
    Se agitaba la blanca cortina,
    Y adiviné que tu aliento
      Perfumado la movía.

    ...

  • øøø

     «Los muertos van de prisa»,
    El poeta lo ha dicho;
    Van tan de prisa, que sus sombras pálidas
    Se pierden del olvido en los abismos
    Con mayor rapidez que la centella
    Se pierde en los espacios infinitos.

    ...

  • I

     Los que a través de sus lágrimas,
    Sin esfuerzo ni violencia,
    Abren paso en el alma afligida
    Al nuevo placer que llega;

     Los que tras de las fatigas
    De una existencia azarosa,
    Al dar término al rudo combate
    Cogen larga cosecha...

  • LOS ROBLES

    I

     Allá en tiempos que fueron, y el alma
    Han llenado de santos recuerdos,
    De mi tierra, en los campos hermosos,
    La riqueza del pobre era el fuego;
    Que al brillar, de la choza en el fondo,
    Calentaba los rígidos miembros
    Por el frío y el hambre ateridos,
    ...

  • LOS TRISTES

    I
     
     De la torpe ignorancia que confunde
    Lo mezquino y lo inmenso;
    De la dura injusticia del más alto,
    De la saña mortal de los pequeños,
    No es posible que huyáis cuando os conocen
    Y os buscan, como busca el zorro...

  • * * *

       Los unos altísimos,
     ...

  • I

          ¡Silencio, los lebreles
        De la jauría maldita!
    No despertéis á la...