•  Al astrólogo Ensueño, sus novias: las estrellas,
    contáronle el secreto de unas cosas tan bellas
    que un ruiseñor lunático, que cantaba a las rosas,
    puso en sus sinfonías esas extrañas cosas.

     Era un noble pronóstico, que, enigmáticamente,
    irradiaba su Verbo...