• Ir muriendo y cantando. Y bautizar la sombra
    con sangre babilónica de noble gladiador.
    Y rubricar los cuneiformes de la áurea alfombra
    con la pluma del ruiseñor y la tinta azul del dolor.

    ¿La Vida? Hembra proteica. Contemplarla asustada
    escaparse en sus velos, infiel, falsa Judith;
    verla desde la herida, y asirla en la mirada,
    incrustando un capricho...