• Ya acaba el tercer año su carrera,
    idolatrado amigo,
    desde que en extranjera
    tumba te sepultó la adversa suerte;
    y aún puedes desde el cielo ser testigo
    de que en lo hondo de mi alma persevera
    el dolor de tu muerte.
    Radiante de alegría,
    y bella nuncia de más bello día,
    se avecinaba la feliz aurora
    en que, tras los pesares
    de...