• I
    Los últimos vencejos revolean
    en torno al campanario;
    los niños gritan, saltan, se pelean.
    En su rincón, Martín el solitario.
    ¡La tarde, casi noche, polvorienta,
    la algazara infantil, y el vocerío,
    a la par, de sus doce en sus cincuenta!

    ¡Oh alma plena y espíritu vacío,
    ante la turbia hoguera
    con llama...