• No, porque la noche fría
    tu africana faz vistiera
    con el color que la blanca
    altiva estirpe desprecia,
    fue menor nunca el afecto
    con que te amé, Magdalena,
    (que cual la tez no escondías
    el alma por dentro negra,)
    ni es menor mi pena ahora,
    o el llanto es menos que riega
    mi mejilla, y que me arranca
    de tu fin la triste nueva:...