• ¡Madre Locura! Quiero ponerme tus caretas.
    Quiero en tus cascabeles beber la incoherencia,
    y al son de las sonajas y de las panderetas
    frivolizar la vida con divina inconsciencia.

    ¡Madre Locura! Dame la sardónica gracia
    de las peroraciones y las palabras rotas.
    Tus hijos pertenecen a la alta aristocracia
    de la risa que llora, danzando alegres jotas....