• No es justo que viva el alma
    siempre acongojada y triste,
    que, aunque el mejor este mundo
    no es de los mundos posibles,
    cosas tiene todavía,
    entre mil que nos afligen,
    para solaz y consuelo
    de los hombres infelices:
    hay aromáticas flores
    que esmaltan ricos matices;
    pájaros que dulces cantan,
    aguas que sonando ríen;
    noches...