• Este armazón de huesos y pellejo
    de pasear una cabeza loca
    cansado se halla al fin, y no lo extraño;
    pues, aunque es la verdad que no soy viejo,

    de la parte de vida que me toca
    en la vida del mundo, por mi daño
    he hecho un uso tal, que juraría
    que he condensado un siglo en cada día.

    Así, aunque ahora muriera,
    no podría decir que no he...

  • ¿Quieres que de ese néctar delicioso
    no te amargue la hez?
    pues aspírale, acércale a tus labios
    y déjale después.

    ¿Quieres que conservemos una dulce
    memoria de este amor?
    Pues amémonos hoy mucho y mañana
    digámonos ¡adiós!


    ...
  • Yo sé cuál el objeto
    de tus suspiros es;
    yo conozco la causa de tu dulce
    secreta languidez.
    ¿Te ríes?... Algún día
    sabrás, niña, por qué:
    tú lo sabes apenas
    y yo lo sé.

    Yo sé cuando tu sueñas,
    y lo que en sueños ves;
    como en un libro puedo lo que callas
    en tu frente leer.
    ¿Te ríes?... Algún día
    sabrás, niña, por...

  • Mi vida es un erial,
    flor que toco se deshoja;
    que en mi camino fatal
    alguien va sembrando el mal
    para que yo lo recoja.


  • Rimas de...
  • Al ver mis horas de fiebre
    e insomnio lentas pasar,
    a la orilla de mi lecho,
    ¿quién se sentará?

    Cuando la trémula mano
    tienda próximo a expirar
    buscando una mano amiga,
    ¿quién la estrechará?

    Cuando la muerte vidríe
    de mis ojos el cristal,
    mis párpados aún abiertos,
    ¿quién los cerrará?

    Cuando la campana suene
    (...

  • Primero es un albor trémulo y vago,
    raya de inquieta luz que corta el mar;
    luego chispea y crece y se difunde
    en ardiente explosión de claridad.

    La brilladora lumbre es la alegría;
    la temerosa sombra es el pesar;
    ¡Ay!, en la oscura noche de mi alma,
    ¿cuándo amanecerá?


    ...
  • Como enjambre de abejas irritadas,
    de un obscuro rincón de la memoria
    salen a perseguirnos los recuerdos
    de las pasadas horas.

    Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo tan inútil!
    Me rodean, me acosan,
    y unos tras otros a clavarme vienen
    el agudo aguijón que el alma encona.


    ...
  • Como guarda el avaro su tesoro,
    guardaba mi dolor;
    le quería probar que hay algo eterno
    a la que eterno me juró su amor.

    Mas hoy le llamo en vano y oigo al tiempo
    que le agotó, decir:
    "¡Ah, barro miserable, eternamente
    no podrás ni aun sufrir!


    ...
  • Llegó la noche y no encontré un asilo,
    ¡y tuve sed...!, mis lágrimas bebí;
    ¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
    cerré para morir!

    ¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
    de las turbas llegaba el ronco hervir,
    yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba
    desierto... para mí!


    ...
  • ¿De dónde vengo..? El más horrible y áspero
    de los senderos busca:
    Las huellas de unos pies ensangrentados
    sobre la roca dura;

    los despojos de un alma hecha jirones
    en las zarzas agudas,
    te dirán el camino
    que conduce a mi cuna.

    ¿A dónde voy? El más sombrío y triste
    de los páramos cruza,
    valle de eternas nieves y de eternas
    ...