• Andaluces de Jaén,
    aceituneros altivos,
    decidme en el alma: ¿quién,
    quién levantó los olivos?

    No los levantó la nada,
    ni el dinero, ni el señor,
    sino la tierra callada,
    el trabajo y el sudor.

    Unidos al agua pura
    y a los planetas unidos,
    los tres dieron la hermosura
    de los troncos retorcidos.

    Levántate, olivo cano,...