• Hoy, con la primavera,
    soñé que un fino cuerpo me seguía
    cual dócil sombra. Era
    mi cuerpo juvenil, el que subía
    de tres en tres peldaños la escalera.
    -Hola, galgo de ayer. (Su luz de acuario
    trocaba el hondo espejo
    por agria luz sobre un rincón de osario)
    -¿Tú conmigo, rapaz?
    -Contigo, viejo.
    Soñé la galería
    al huerto de...