¿Qué aguda inteligencia,
angélica o mortal, penetrar sabe,
Señor, tu arcana esencia?
¿En cuál tan vasto pensamiento cabe
tu infinita grandeza
que nunca acaba, que jamás empieza?
En el principio fuiste
y serás en el fin: que el solo eres
que por sí...
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¿Y de la tumba en el sagrado seno
aún te persigue la venganza impía?
¡Mas el inicuo, en su odio contra el bueno,
aún no perdona a su ceniza fría!
Y los que ayer rieron con tu muerte,
que fue de un mundo universal lamento,
hoy no quisieran ni en imagen verte...
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«Infeliz enamorado,
de la ciudad el estruendo
vengo solitario huyendo
a este triste despoblado,
donde tú solo a mi acento
y alto gemido doliente,
respondes con balbuciente
lengua sonora de viento;
repitiendo la postrera
sílaba de cuanto digo...
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Labios tienes cual púrpura rojos,
tez de rosa y de fresco azahar,
y rasgados dulcísimos ojos
del color de los cielos y el mar.
Oro es fino la riza madeja
que hollar puede el brevísimo pie,
y flor tierna tu talle semeja
que temblar al favonio se ve....
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Dulcísima virgen, eres
bella entre cuantas mujeres
de rara belleza vi;
ni en el bajo suelo hay cosas
dignas, por puras y hermosas,
de que las compare a ti.
Jamás estrellas rivales
de tus ojos celestiales
en la tierra contemplé,
ni les hallo...
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¡Cuán vivamente anhelo
contigo hallarme a solas, sin testigo!
Mas apenas ¡ay cielo!
un instante consigo
quedarme solo faz a faz contigo;
Súbitamente olvido
¡cuanto decirte mi pasión quería;
en lánguido gemido
fenece la voz mía;
y tú me ves...
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I
Contemplando callaba embelesado,
feliz visitador, a dos doncellas,
tan puras y graciosas como bellas,
y bellas ambas en el mismo grado:
mas, apenas llegaste, y el estrado
alto asiento te diera en medio de ellas,
como ante el sol se apagan las...
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No a tu soberbia y tu codicia sumas
propicio aguardes el favor celeste,
ni breve triunfo conseguir presuntas
que poco esfuerzo a tu valor le cueste;
como; vestida de ligeras plumas,
te le dio un día la cobriza hueste,
de estos mundos antigua moradora, ...
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En vano, con palabras que desmiente
tu porte que alevoso nos maltrata,
tal vez te escucha la peruana gente
Hija llamarla, a tu cariño ingrata.
Que, aunque a nombrarte nuestra tierna madre,
cambiando estilo, tu interés te arrastra,
nombre te damos que mejor te...
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SÁTIRA
No más me culpes de que en ocio inerte
las horas pase de mi inútil vida,
y que, con fin que unísono concierte,
líneas iguales al oído mida;
ni que, llamado a más dichosa suerte,
con que mi rica patria me convida
que nada a nadie liberal...
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