Mi rostro juvenil sombreando apenas,
el bozo aparecía,
¡ay! entonces sentía
¡sí! cuando sonreía
correr mis horas de contento llenas.
Jamás la pena ni el dolor mi pecho
habían lacerado;
tranquilo, sosegado
de mí mismo vivía satisfecho.
Con...
Mi rostro juvenil sombreando apenas,
Jamás la pena ni el dolor mi pecho Con... |
¡Ay, cómo el llanto de mis ojos quema!... Cómo siento el pesar del alma mía |
Yo amo el recuerdo de esas épocas desnudas, |