Rafael Carvajal

  • ¿Cómo queda, no ves, querida esposa,
    la blanca helena que, a tu lado crece,
    cuando el riego le falta que le ofrece
    tu mano, cada vez más cariñosa?

    Inclínase marchita y congojosa
    al blando soplo que sus hojas mece,
    sus pétalos desgreña, y desparece
    del...

  • Mi rostro juvenil sombreando apenas,
    el bozo aparecía,
    ¡ay! entonces sentía
    ¡sí! cuando sonreía
    correr mis horas de contento llenas.

    Jamás la pena ni el dolor mi pecho
    habían lacerado;
    tranquilo, sosegado
    de mí mismo vivía satisfecho.

    Con...

  • Sólo la madre amorosa,
    de sus hijos cuidadosa,
    yace en vela;
    y a su afecto reverente
    es, de la vida inocente,
    centinela.

    ¿Qué del hombre sucediera,
    si a su lado no tuviera
    en la infancia,

    de una madre el dulce anhelo,
    sus caricias, su...

  • Infeliz y entregado al torbellino
    de tristes pensamientos viome el cielo,
    sin patria, sin amigos, sin consuelo
    y postrado al rigor de mi destino.

    Vagando, como suele, de contino,
    quien la copa bebió de la amargura,
    mi vista se extendió por la llanura,
    ...


  • «Salve, salve, deidad peregrina,
    por los déspotas siempre ultrajada;
    otra vez por un Dios rescatada
    más hermosa te vemos brillar».

    Eres siempre aquel astro que brilla
    de los pueblos mostrando el destino;
    eres sol que fecunda el camino...

  • Oh amistad, santa, divina,
    hija del cielo en la tierra,
    todo bien en ti se encierra,
    todo al bien por ti camina.

    Eres tesoro inefable
    del corazón y del alma;
    por ti el hombre en dulce calma
    goza un placer perdurable.

    Eres imán de la vida
    ...

  • (En el cumpleaños de mi padre)

    Verba mea auribus percipe, Domine, intellige clamorem meum.

    Salmo 5

    Señor, por todas partes mi espíritu te encuentra,
    armado de justicia, vestido de poder;
    y cuando más se extiende mi vista, se concentra...