• Mientras traza su curva el pez de fuego,
    junto al ciprés, bajo el supremo añil,
    y vuela en blanca piedra el niño ciego,
    y en el olmo la copla de marfil
    de la verde cigarra late y suena,
    honremos al Señor
    -la negra estampa de su mano buena-
    que ha dictado el silencio en el clamor.
    Al dios de la distancia y de la ausencia,
    del áncora en el...