• Y nunca más la tierra de ceniza
    he de volver a ver, que el Duero abraza.
    ¡Oh loma de Santana, ancha y maciza;
    placeta del Mirón; desierta plaza
    con el sol de la tarde en mis balcones,
    nunca os veré! No me pidáis presencia;
    las almas huyen para dar canciones:
    alma es distancia y horizonte: ausencia.
    Mas quien escuche el agria melodía
    ...