Puso Dios en mis cántabras montañas
Auras de libertad, tocas de nieve,
Y la vena del hierro en sus entrañas.
Tejió del roble de la adusta sierra
Y no del frágil mirto su corona;
Que ni falerna vid ni ático olivo,
Ni siciliana mies ornan sus campos,
Ni allí rebosan las colmadas trojes,
Ni rueda el mosto en el lagar hirviente;
Pero...