• Así cuando el alcázar del Olimpo,
    el soberbio Mimante y los Titanes,
    hórridos hijos de la dura tierra,
    escalar intentaron, y de Atlante
    el grave Pelïón agobió el hombro;
    cuando cien lanzas blandeó Briareo,
    de Encélado la mano poderosa,
    arranca sierras y montañas lanza
    contra el sagrado cielo, y ni el tremendo
    rayo que Jove por los...