• Si hablais no escucho,
    Ni lo niego, ni os alabo;
    Bailad como os conviene,
    Ni os silbo, ni aplaudo;
    Pero nadie podrá
    Atraerme con su flauta;
    Es mi destino : la verdad
    Solo buscarla en mi alma.

  • Yo escucho los cantos
    de viejas cadencias,
    que los niños cantan
    cuando en coro juegan,
    y vierten en coro
    sus almas que sueñan,
    cual vierten sus aguas
    las fuentes de piedra:
    con monotonías
    de risas eternas,
    que no son alegres,
    con lágrimas viejas,
    que no son amargas
    y dicen tristezas,
    tristezas de amores...