• Pureza amada, que mis ojos nunca
    llegaron a gozar. Pureza absurda!

    Yo sé que estabas en la carne un día,
    cuando yo hilaba aún mi embrión de vida.

    Pureza en falda neutra de colegio;
    y leche azul dentro del trigo tierno

    a la tarde de lluvia, cuando el alma
    ha roto su puñal en retirada,

    cuando ha cuajado en no sé qué probeta...