• Con un cadáver a cuestas,
    camino del cementerio,
    meditabundos avanzan
    los pobres angarilleros.

    Cuatro faroles descienden
    por Marga-Marga hacia el pueblo,
    cuatro luces melancólicas
    que hace llorar sus reflejos;
    cuatro maderos de encina,
    cuatro acompañantes viejos...

    Una voz cansada implora
    por la eterna paz del muerto;
    ...