De nuestra gran virtud y fortaleza
al mundo hacemos con placer testigo:
las ruindades del alma y su flaqueza
sólo se cuentan al secreto amigo.
De mi ardiente ansiedad y mi tristeza
a solas quiero razonar contigo:
rasgue a su alma sin pudor el velo
quien busque admiración y no consuelo.
No quiera Dios que en rimas insolentes
de mi pesar al...