¿Queréis que entre el arrullo de mis brazos
tiemble el dormido corazón de Helena
como entre sus asiáticas murallas
y el vulnerable hijo de Peleo
otra vez en su lecho halle al amigo
por el que rugió hermoso? ¡Ay, quién pudiera
con su soplo alentar tales...

 
Sous le vieil Aureng-Zeb, à Bénarès la Sainte,
Dans l’immonde quartier construit hors de l’enceinte
Où pullulent, sans même un dieu qui leur soit cher,
Les parias impurs qui mangent de la chair,
Deux enfants au visage innocent, au cœur chaste,
Mais qui,...