• A Franz Liszt.

    ¿Qué es un tirso? Según el sentido moral y poético, es un emblema sacerdotal en manos de los sacerdotes o de las sacerdotisas que celebran a la divinidad, cuyos intérpretes y servidores son. Pero, físicamente, no es más que un palo, un sencillo palo, percha de lúpulo, rodrigón de viña, seco, duro y derecho. En derredor de ese palo, en...

  • El Odio es el tonel de las pálidas Danaides;
    La Venganza consternada con brazos rojos y fuertes
    Se ha complacido en precipitar en sus tinieblas vacías
    Grandes cubos colmados de sangre y de lágrimas de los muertos,

    El Demonio hace hoyos secretos en esos abismos,
    Por donde huirían mil años de sudores y esfuerzos,
    Aunque ella lograra reanimar sus víctimas,...

  • Tú que, como una cuchillada,
    En mi corazón doliente has entrado;
    Tú que, fuerte como un tropel
    De demonios, llegas, loca y adornada,

    De mi espíritu humillado
    Haces tu lecho y tu imperio,
    —Infame a quien estoy ligado,
    Como el forzado a la cadena,

    Como al juego el jugador empedernido,
    Como a la botella el borracho,
    Como a los gusanos...

  • El vino sabe revestir el más sórdido antro
    De un lujo milagroso,
    Y hace surgir más de un pórtico fabuloso
    En el oro de su vapor rojizo,
    Como un sol poniéndose en un cielo nebuloso.

    El opio agranda lo que no tiene límites,
    Prolonga lo ilimitado,
    Profundiza el tiempo, socava la voluptuosidad,
    Y de placeres negros y melancólicos
    Colma el alma...

  • I

    Para el niño, enamorado de mapas y estampas,
    El universo es igual a su vasto apetito.
    ¡Ah! ¡Cuan grande es el mundo a la claridad de las lámparas!
    ¡Para las miradas del recuerdo, el mundo qué pequeño!

    Una mañana zarpamos, la mente inflamada,
    El corazón desbordante de rencor y de amargos deseos,
    Y nos marchamos, siguiendo el ritmo de la onda...

  • Por doquiera se ostentaba, se derramaba, se solazaba el pueblo en holgorio. Era una solemnidad de esas que, con mucha antelación, son esperanza de los saltimbanquis, de los prestidigitadores, de los domadores de bichos y de los vendedores ambulantes, para compensar los malos tiempos del año.

    En días así, el pueblo me parece que se olvida de todo, del dolor y del trabajo; se vuelve como...

  • ¡Hoy el espacio muestra todo su esplendor!
    Sin freno, sin espuelas, sin bridas.
    ¡Partamos, cabalgando sobre el vino
    Hacia un cielo mágico y divino!

    Cual dos ángeles a los cuales tortura
    Una implacable calentura,
    En el azul diáfano de la mañana
    ¡Sigamos hacia el espejismo lejano!

    Muellemente mecidos sobre las alas
    Del torbellino...

  • Frecuentemente, al claro fulgor de un reverbero
    Del cual bate el viento la llama y atormenta el vidrio,
    En el corazón de un antiguo arrabal, laberinto fangoso
    Donde la humanidad bulle en fermentos tempestuosos,

    Se ve un trapero que llega, meneando la cabeza,
    Tropezando, y arrimándose a los muros como un poeta,
    Y, sin cuidarse de los polizontes, sus sombras...

  • Mi mujer está muerta, ¡soy libre!
    Puedo, pues, beber hasta el hartazgo.
    Cuando regresaba sin un sueldo,
    Sus gritos me desgarraban los nervios.

    Tanto como un rey soy dichoso;
    El aire es puro, el cielo admirable...
    ¡Teníamos un verano semejante
    Cuando me enamoré!

    La horrible sed que me desgarra
    Tendría necesidad para saciarse
    De tanto...

  • La mirada singular de una mujer galante
    Que se desliza hacia nosotros como el rayo blanco
    Que la luna ondulante envía al lago tembloroso,
    Cuando en él quiere bañar su belleza indolente;

    El último escudo de la talega en los dedos de un jugador;
    Un beso libertino de la flaca Adelina;
    Los sones de una música enervante y mimosa,
    Semejante al grito lejano...