• I

    Iba la más oscura taciturna
    y triste Hora nocturna
    moviendo el tardo soñoliento vuelo
    por el dormido cielo,
    cuando, dejando mi alma
    en brazos del hermano de la Muerte
    a su cansado compañero inerte,
    libre de su cadena,
    voló a su patria desde el turbio Sena.
    Y toda en breve punto recorriola,
    desde el postrero linde...