• Mi padre, apenas
    en la mañana pajarina, pone
    sus setentiocho años, sus setentiocho
    ramos de invierno a solear.
    El cementerio de Santiago, untado
    en alegre año nuevo, está a la vista.
    Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él,
    y tornaron de algún entierro humilde.

    Hoy hace mucho tiempo que mi padre no sale
    Una broma de niños se desbanda....