• En un carro manchego

    caminaba una moza inocentona

    de gallarda persona

    propia para inspirar lascivo fuego.

    El mayoral del carro era Farruco,

    de Galicia fornido mameluco,

    al que, en cualquier atasco, daba asombro

    verle sacar mulas y carro al hombro.

    Un colchón a la moza daba asiento,

    porque el mal movimiento

    del carro algún...

  • Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
    meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
    y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
    como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
    "Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
    sólo eso y nada más."

    ¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
    Cada...