• Un avariento casado

    a su mujer le decía:

    -Tú me cuestas cada día

    un doblón, ¡caro bocado!

    Cada mes te he visitado

    dos veces: en conclusión,

    cada vez a la razón

    de tres onzas. -¡Lindo chiste!,

    dice ella. ¿ Y en qué consiste

    que yo te salga a doblón?

  • Ya la avaricia te imprimió su huella
    Sobre las carnes: la materia escasa
    Recubre apenas tu armazón exiguo
    De hombros estrechos.

    Cabellos tienes desteñidos; mira
    Cómo tu piel no brilla. Se repite
    En tí el milagro de tu padre, el hombre
    De ojos agudos.

    ¿Recuerdas tú? Cuando eras niño apenas
    Medio dormido entre la sombra, oías
    Caer...