• El río dijo al sauce: «Yo soy la vida y, en mi incesante correr, renuevo emociones».

    El sauce dijo al río: «Yo soy el poeta, ¿no ves como te embellezco, rezando sobre ti las estrofas de mis ramas?»

    Dijo el río: «Pues ven conmigo, tú me darás la belleza de tu canto, yo el encanto de nuevas bellezas».

    Y aceptó el sauce; pero en la primer caída, la frágil armazón de verdura...