• I
    No bulle
    la selva;
    el campo
    no alienta.
    Las luces
    postreras
    despiden
    apenas
    destellos,
    que tiemblan.
    La choza
    plebeya,
    que horcones
    sustentan;
    la alcoba,
    que arrean
    cristales
    y sedas;
    al sueño
    se entregan.
    Ya es todo
    tinieblas.
    ¡Oh noche
    ...

  • ¡Piedad, piedad, Dios mío!
    ¡Que tu misericordia me socorra!
    Según la muchedumbre
    de tus clemencias, mis delitos borra.

    De mis iniquidades
    lávame más y más; mi depravado
    corazón quede limpio
    de la horrorosa mancha del pecado.

    Porque, Señor, conozco
    toda la fealdad de mi delito,
    y mi conciencia propia
    me acusa y contra...

  • ¡Salve, fecunda zona,
    que al sol enamorado circunscribes
    el vago curso, y cuanto ser se anima
    en cada vario clima,
    acariciada de su luz, concibes!
    Tú tejes al verano su guirnalda
    de granadas espigas; tú la uva
    das a la hirviente cuba;
    no de purpúrea fruta, o roja, o gualda,
    a tus florestas bellas
    falta matiz alguno; y bebe en...